"El acto más sabio para una criatura es actuar según la voluntad y los consejos de su mejor y mayor amigo. Este bendito amigo es Jesús, y es su voluntad y su consejo que permanezcamos con él y nos unamos estrechamente a él, sea cual sea el estado en que podamos encontrarnos.
Pues sucios o limpios, somos siempre igual en su amor; en la felicidad o en el infortunio, él quiere que nunca nos apartemos de él. Pero debido a nuestra inconstancia, a menudo caemos en el pecado. Entonces, por instigación de nuestro enemigo y por nuestra propia locura y ceguera, nos apartamos de Dios.
Pues nos dicen:«Sabes perfectamente que eres miserable, pecadora e infiel, porque no mantienes tu pacto. A menudo prometes a nuestro Señor que lo harás mejor, y luego vuelves a caer en la misma situación, sobre todo en la indolencia y la pérdida de tiempo»; y ése, según vi, es el comienzo del pecado, especialmente para las criaturas que se han entregado al servicio de nuestro Señor por la contemplación interior de su santa bondad. Y eso hace que temamos aparecer ante nuestro cortés Señor.
De esta manera, nuestro enemigo quiere batirnos en retirada, con sus falsas insinuaciones de temor sobre nuestra miseria o el dolor con que nos amenaza. Pues es su propósito deprimirnos y entristecernos, para que olvidemos la bienaventurada contemplación de nuestro amigo eterno."
Juliana de Norwich 1342-1416, primera escritora cristiana, es considerada una precursora de Lutero y de la Reforma.
Pues sucios o limpios, somos siempre igual en su amor; en la felicidad o en el infortunio, él quiere que nunca nos apartemos de él. Pero debido a nuestra inconstancia, a menudo caemos en el pecado. Entonces, por instigación de nuestro enemigo y por nuestra propia locura y ceguera, nos apartamos de Dios.
Pues nos dicen:«Sabes perfectamente que eres miserable, pecadora e infiel, porque no mantienes tu pacto. A menudo prometes a nuestro Señor que lo harás mejor, y luego vuelves a caer en la misma situación, sobre todo en la indolencia y la pérdida de tiempo»; y ése, según vi, es el comienzo del pecado, especialmente para las criaturas que se han entregado al servicio de nuestro Señor por la contemplación interior de su santa bondad. Y eso hace que temamos aparecer ante nuestro cortés Señor.
De esta manera, nuestro enemigo quiere batirnos en retirada, con sus falsas insinuaciones de temor sobre nuestra miseria o el dolor con que nos amenaza. Pues es su propósito deprimirnos y entristecernos, para que olvidemos la bienaventurada contemplación de nuestro amigo eterno."
Juliana de Norwich 1342-1416, primera escritora cristiana, es considerada una precursora de Lutero y de la Reforma.
Comentarios
Publicar un comentario