“Nosotros
somos los guantes, Dios es la mano. Si Él nos toma, ya no podremos hacer lo
que queremos, Él nos poseerá por
completo, nos moverá y nuestra vida estará controlada por Su Espíritu”.
El guante
tiene forma de mano. Nosotros tenemos la forma de Dios, fuimos creados conforme
a su imagen y semejanza. Así como el guante solo sirve para la mano, nosotros
fuimos diseñados para ser repletos por Él. El guante pasa a ser parte de la
mano como nosotros pasamos a ser parte de Dios. Dios desea determinar nuestros movimientos.
Él anhela que seamos uno con Él.
Texto tomado del Capitulo 2 del Libro "Hijos de la Intimidad", autor Mariano Sennewald.
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