"Me negué a andar por cualquier mal camino, a fin de permanecer obediente a tu palabra...¡Qué dulces son a mi paladar tus palabras! Son más dulces que la miel..." (Salmo 119.101,103)
Podemos saborear realmente la dulzura de su palabra, al permanecer en sus caminos.
El es un Padre amoroso que desea lo mejor para nuestras vidas, todo su consejo es para nuestro bien.
El es un Padre amoroso que desea lo mejor para nuestras vidas, todo su consejo es para nuestro bien.
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