"...Hijo de hombre, ponte sobre tus pies, y hablaré contigo." (Ezequiel 2.1)
Ponerse en pie es una postura que indica que vamos a prestar atención a sus palabras, vamos a dejar todo lo que estamos haciendo para oír su voz.
"Y luego que me habló, entró el Espíritu en mí y me afirmó sobre mis pies, y oí al que me hablaba." (Ezequiel 2.2)
Es esencial que al escuchar su voz, su Espíritu entre en nosotros para afirmarnos, darnos fuerza y valor.
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