“El Espíritu de Jehová el Señor está sobre mí, porque me ungió Jehová; me ha enviado a predicar buenas nuevas a los abatidos, a vendar a los quebrantados de corazón” (Isaias 61.1)
Este es nuestro verdadero llamado de anunciar la salvación, oremos para ver la necesidad de la gente y que no seamos indiferentes. Solo el Amor de Dios puede sanar a los corazones angustiados.
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