Un anciano y
pastor de su comunidad ora diciendo:
“Ha llego el día que
tanto esperamos, el día que estuvo en tu plan eterno, de darnos tu palabra en
nuestra propia lengua.”
Dios está
preparando sacerdotes de toda lengua, tribu y nación, que amen su Palabra e
intercedan por su tierra, como este anciano en este lejano pueblo, que ve
contestada sus oraciones para que el conocimiento de Dios invada a los suyos.
Él comenta que ahora todos pueden entender mucho mejor el mensaje de salvación.
Podemos ver
también el fruto de los misioneros que abandonaron su nación para embarcarse a
lo desconocido, siendo la gran comisión de llevar el evangelio hasta los
últimos de la Tierra.
Siento mucha
admiración por los misioneros en todo el mundo, debemos orar por ellos porque
están cumpliendo las palabras del profeta Habacuc:
“Porque la tierra será
llena del conocimiento de la gloria de Jehová” (Habacuc 2:14)
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