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Mostrando entradas de octubre, 2016

Transformados a su imagen

Por miles de años no se vio en la tierra la imagen de Dios en el hombre. Hasta que apareció en escena, uno que portaba la misma imagen del Eterno. Aquel verbo se hizo carne y habito entre nosotros, y vimos su gloria, la gloria del unigénito Hijo del Padre, Jesucristo. Dios pone nuevamente su perfecta imagen en un hombre, nacido de mujer. Emanuel, Dios con nosotros, habito en un tabernáculo humano o templo como Jesús decía de sí mismo. Mediante a Él, todos los hombres pueden portar de nuevo la imagen original de Dios. Jesús restauro y mejoro la imagen del hombre. El postrer Adán fue superior al primero en obediencia y comunión con Dios. Moisés conoció a Dios en el Monte Sinaí, fue enviado a liberar al pueblo, a guiarlos por el camino que conocía, y traerlos al lugar de su presencia. Así Jesús, que es el Camino y conoce la ruta para llegar al corazón del Padre. El Hijo que habitaba en el seno del Padre la eternidad pasada, es enviado por Dios para traer más hijos a su ensanchado c

El plan original de Dios

Cuando Dios creo al hombre soplo en el aliento de vida, Adán se diferenciaba de los animales, al tener un espíritu con que podía relacionarse con Dios. Era sensible a su voz y su presencia. Esa imagen o identidad espiritual le permitía disfrutar de una amistad sin límites con el creador. Cuando el pecado entro en el hombre, esa imagen fue afectada y nuestra capacidad para relacionarnos con Dios se volvió limitada. El plan original de Dios era que el hombre sea un reflejo de él, una manifestación visible del Dios invisible. Quería que en el hombre habitara su gloria. Que seamos su tabernáculo en la tierra. Cuando Dios soplo en el hombre, impartió en el eternidad. La cuestión que tiene la humanidad es donde pasara esa eternidad. El pecado condujo al hombre en ese dilema. La sociedad actual vive en lo temporal. El materialismo y la filosofía de vivir el momento sin importar las consecuencias, hacen que el hombre no piense su vida a largo plazo. Pensar en eternidad es una utopía o

Volviendo a la esencia

Dios creo al hombre a su imagen y semejanza. La esencia divina estaba en él. Fue creado con un propósito, gobernar la tierra, ser representante de Dios. El sería la imagen o reflejo del Dios invisible.  Antes de darle al hombre esa enorme responsabilidad, quiso probar su fidelidad. Le dio una orden, de todos los arboles podrás comer, pero no del árbol que está en medio del jardín. Adán y Eva desaprobaron el mandato divino. Por consecuencia del pecado, la imagen de Dios en ellos fue afectada. Dios planeo la solución antes de que creara el mundo. El único que podría restaurar la imagen original del hombre era su Hijo, quien tiene su misma esencia. A través de Jesús cada persona puede volver a portar esa imagen perdida en el Edén. Dios creo al hombre para deleitarse junto a él y tener una comunión perfecta. Dios deseaba que el hombre se sentirá cómodo y complacido. Por eso diseño el jardín del Edén, la palabra Edén significa delicia. Era un lugar donde el hombre encontraba desc