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Mostrando entradas de 2016

Jesús el máximo modelo

Jesús es el máximo modelo de vida. Es el mayor ejemplo de siervo, amigo y esposo. Es el mejor pastor, intercesor, evangelista, maestro y adorador. Cada faceta que conocemos de Jesús, nos hace formar la imagen de Dios en nuestro ser. Jesús vino a la tierra para servirnos. El dejo su trono de gloria para morir por nosotros. Revelando así el inmenso amor de Dios por la humanidad. Jesús cuando lavo los pies de sus discípulos en la última cena, les dijo que siguieran su ejemplo. Debemos imitarlo en todo. El ministerio no es un cargo o grado de autoridad, es un servicio de amor hacia las personas. Jesús nos mostró humildad. La humildad es la cualidad esencial de todo siervo. Jesús nos dijo aprended de mí que soy manso y humilde de corazón. Jesús también nos enseña fidelidad y lealtad. La fidelidad es la manera en que se cumple lo encomendado. Pero la lealtad es cuanto amamos a quien nos encomendó la tarea. Un buen siervo es fiel y a la vez leal. Jesús quiere tener una relación de amig

Transformados a su imagen

Por miles de años no se vio en la tierra la imagen de Dios en el hombre. Hasta que apareció en escena, uno que portaba la misma imagen del Eterno. Aquel verbo se hizo carne y habito entre nosotros, y vimos su gloria, la gloria del unigénito Hijo del Padre, Jesucristo. Dios pone nuevamente su perfecta imagen en un hombre, nacido de mujer. Emanuel, Dios con nosotros, habito en un tabernáculo humano o templo como Jesús decía de sí mismo. Mediante a Él, todos los hombres pueden portar de nuevo la imagen original de Dios. Jesús restauro y mejoro la imagen del hombre. El postrer Adán fue superior al primero en obediencia y comunión con Dios. Moisés conoció a Dios en el Monte Sinaí, fue enviado a liberar al pueblo, a guiarlos por el camino que conocía, y traerlos al lugar de su presencia. Así Jesús, que es el Camino y conoce la ruta para llegar al corazón del Padre. El Hijo que habitaba en el seno del Padre la eternidad pasada, es enviado por Dios para traer más hijos a su ensanchado c

El plan original de Dios

Cuando Dios creo al hombre soplo en el aliento de vida, Adán se diferenciaba de los animales, al tener un espíritu con que podía relacionarse con Dios. Era sensible a su voz y su presencia. Esa imagen o identidad espiritual le permitía disfrutar de una amistad sin límites con el creador. Cuando el pecado entro en el hombre, esa imagen fue afectada y nuestra capacidad para relacionarnos con Dios se volvió limitada. El plan original de Dios era que el hombre sea un reflejo de él, una manifestación visible del Dios invisible. Quería que en el hombre habitara su gloria. Que seamos su tabernáculo en la tierra. Cuando Dios soplo en el hombre, impartió en el eternidad. La cuestión que tiene la humanidad es donde pasara esa eternidad. El pecado condujo al hombre en ese dilema. La sociedad actual vive en lo temporal. El materialismo y la filosofía de vivir el momento sin importar las consecuencias, hacen que el hombre no piense su vida a largo plazo. Pensar en eternidad es una utopía o

Volviendo a la esencia

Dios creo al hombre a su imagen y semejanza. La esencia divina estaba en él. Fue creado con un propósito, gobernar la tierra, ser representante de Dios. El sería la imagen o reflejo del Dios invisible.  Antes de darle al hombre esa enorme responsabilidad, quiso probar su fidelidad. Le dio una orden, de todos los arboles podrás comer, pero no del árbol que está en medio del jardín. Adán y Eva desaprobaron el mandato divino. Por consecuencia del pecado, la imagen de Dios en ellos fue afectada. Dios planeo la solución antes de que creara el mundo. El único que podría restaurar la imagen original del hombre era su Hijo, quien tiene su misma esencia. A través de Jesús cada persona puede volver a portar esa imagen perdida en el Edén. Dios creo al hombre para deleitarse junto a él y tener una comunión perfecta. Dios deseaba que el hombre se sentirá cómodo y complacido. Por eso diseño el jardín del Edén, la palabra Edén significa delicia. Era un lugar donde el hombre encontraba desc

Cuadernos incompletos

Hace unos días soñé que encontraba muchos cuadernos que había escrito hace años, desde mi adolescencia. Cuadernos de pocas hojas, muchos de ellos con hojas arrancadas.Veía que en las primeras hojas escribía prolijo y ordenado, pero al final, había frases incompletas y muchos garabatos. Pude leer que había anotado metas y objetivos que me había propuesto a realizar. Me puse triste porque no encontré un cuaderno con todas las metas alcanzadas. Me dije: "nunca puede terminar nada de lo que me propuse". Descubrí que un objetivo siempre se repetía, pensé que era algo que hace poco me propuse; pero era uno de los primeros, y hasta tenia dibujos. Me despierto pensando en el sueño y resonó en mi cabeza una frase:  "Fracaso es no volver a intentarlo". Si aún corre sangre por nuestras venas, Dios nos da otra chance más. No tiremos la toalla, demos lo todo! Aprenderemos de los errores que hayamos cometido. Estoy seguro que la próxima vez que lo intentemos nos ira

Los Viñedos de Sunem - Introducción

Introducción Decidí escribir esta obra porque la escritura se está volviendo una pasión en mi vida. La descubrí hace muy poco tiempo. De chico no me gustaba la lectura, prefería las matemáticas; pero hace unos años halle en los libros encuentros divinos que me acercaron más a Dios. Escribiendo intento aportar mi granito de arena para extender su reino. Un escritor dijo: “La pluma es más poderosa que la espada” (Edward Bulwer-Lytton) La Biblia dice algo parecido: “La Palabra de Dios es más cortante que toda espada de dos filos” (Hebreos 4:12) No es coincidencia que este fue el primer versículo que leí en una iglesia, cuando tenía unos 8 años. La idea de la historia surgió al querer entender el libro de Cantares. Quise desarrollar una trama inspirada en el libro. Despertar la inquietud del lector y que descubriera que en cada escena había algo más profundo que el simple relato. Jesús captaba la atención de la gente y atraía a multitudes, cuando co

Los Viñedos de Sunem - Capítulo 1 Otoño

Esta es una historia que ha perdurado por casi 3.000 años. Que tiene como protagonista a una joven campesina de un pueblo llamado Sunem, situado en el territorio de la tribu de Isacar en el centro norte del antiguo Israel. Esta joven, que llamaremos cariñosamente “la Sulamita”, estaba al cuidado de la viña de su familia. Era una hábil viñadora, conocía todo el proceso referente a la producción del vino. Incansable trabajadora, amaba su viña, la cual era su mayor preocupación. En medio del viñedo, existía una higuera que aún no daba frutos, pero ella la cuidaba como si los diera. Pero sus días eran marcados por la rutina; a veces cuando escuchaba al viento, podía sentir un gran vacío y una amarga soledad. Había pasado el tiempo de cosecha, las parras perdían su verdor. Esta época del año menguaba el trabajo, la Sulamita solo se dedica a podar las ramas secas. Ella sabía, como buena viñadora, que es necesario extraer todo lo que quita fuerzas a su vid. Así el viñedo esta

Los Viñedos de Sunem - Capítulo 2 Invierno

Las vides se tornan irreconocibles, el clima tan hostil, las ha despojado de su belleza. Nuestra querida Sulamita ocupa ahora su tiempo apacentando el rebaño de su padre. Una mañana, cuando llevaba las ovejas a beber a un estanque cercano, se encuentra con un pastor, que jamás había visto en el pueblo. Se cruzan miradas, ella se intimida. Se sentía insegura por su descuidada piel, resultado del constante trabajo, bajo del intenso sol del verano. Esta escena se repitió por varios días. Algo comenzó a nacer en ellos. Podemos decir que, este duro invierno encendió la llama de un tierno amor. El misterioso pastor era nada menos que el rey de Israel. La historia cuenta que cierto día, cuando pasaba con su carruaje real, por el camino junto al viñedo. Se vislumbró por la hermosura de una joven; lo que más le fascino de ella, fue su actitud al trabajar recolectando los racimos maduros. Lo hacía con alegría y un canto en sus labios. El rey no quería que aquella joven sea su esposa so

Los Viñedos de Sunem - Capítulo 3 Primavera

“Ha pasado el invierno, la lluvia se fue; se han mostrado las flores en la tierra, El tiempo de la canción ha venido.” Las hojas comienzan a brotar. ¡El viñedo vuelve a la vida! Llego el tiempo en que la Sulamita debe volver a trabajar en la viña. Una mañana el pastor la visita, anunciándole que dejara el pueblo por cierto tiempo. Ella desconcertada no le dirige palabra; en su interior pensó que él la dejo de amar.  De madrugada, antes de su partida, regresa nuevamente a despedirse, toca a su puerta diciendo: “Ábreme, amiga mía, porque mi cabeza está llena de rocío”. Ella no atiende a su llamado, cuando finalmente abre la puerta, él se había marchado. Ella no sabe a dónde se ha ido. Lo busca por todo el pueblo, unas mujeres le indican que lo vieron irse a la ciudad. Se desespera para encontrarlo, sabe que nunca conocerá a alguien como él. Entra en la gran ciudad de Jerusalén, “lo busca por las calles y las plazas”, preguntando a gran voz: “¿han visto al que ama mi alma?”. L

Los Viñedos de Sunem - Capítulo 4 Verano

Las uvas llevan al punto de maduración en el viñedo de Sulem. Los racimos son abundantes en cada vid. Todo está listo para comenzar la ansiada cosecha. El rey sigue la tradición de bodas, que consiste en pedir la mano de su pretendida al padre. Por ello, viaja al pequeño pueblo, llevando consigo muchísimos presentes que obsequiará a la familia. El pretendiente llega a la casa de la Sulamita, lo reciben con asombro diciendo: ¡El rey ha entrado a nuestra humilde morada! Finalmente habla del asunto con el padre, llegando a un acuerdo: aparte de los regalos, el rey comprara por el doble del precio toda la producción de vino de este y el próximo año. Sabiendo que son y serán fruto del trabajo de su Amada. La Sulamita deberá quedarse un año con su familia, conservándose pura hasta la celebración de bodas. El rey vuelve a su reino, comprometido con su amada. Promete no beber vino, hasta el día que lo beba de nuevo junto con su Esposa. Ella vuelve a trabajar en la viña, pero sus ojos

Los Viñedos de Sunem - Conclusión y experiencia personal

La historia comienza en un otoño, cuando nuestra Sulamita vive en la rutina del trabajo diario, mostrando alegría, pero su corazón se sentía vacío y angustiado. En mi caso, nací en una familia cristiana, a los 14 años me bautice y servía a Dios en el ministerio de alabanza. Por mucho tiempo mi vida era una rutina, el evangelio no tenía atractivo, todo era una carga en vez de ser un gozo. Servía a Dios, porque lo tenía que hacer (era el hijo de pastor) apartarme no podía, ni estaba en mis planes. La historia continua en invierno, la Sulamita conoció a un pastor que se convirtió en su amigo y fue conquistando su corazón. Llego un momento de mi vida, cuando me alcanzo el invierno, enumerables sucesos me pasaron, en un corto periodo; que sacudieron mi vida, en ese tiempo descubrí que tenía un amigo llamado Jesús, quien era mi refugio y mi consuelo. Volviendo a la historia, ese pastor era el mismo rey. Para nosotros el verdadero rey es Jesús. Un rey que estando en su reino de gloria

El Buen Carpintero

Un buen carpintero al mirar un trozo de madera, se imagina y planea que hará con el. La toma con cariño y empieza a trabajar con dedicación en su taller. Unos cortes para adecuarlo a su plan, también lo lija para sacar las asperezas. Clavos allí, clavos allá. ¡Si la madera hablara seguro que expresaría dolor! Sigue trabajando con paciencia y esmero, sabe que su esfuerzo dará frutos. Finalmente aplica varias manos de barniz para darle un intenso brillo. ¡Todos quedan sorprendidos de la obra artesanal del carpintero! El buen carpintero se llama Jesús, sus discípulos pasaron por su taller. Ellos se convirtieron de hombres con debilidades, inseguros e incrédulos, a hombres consagrados, valientes, llenos de fe y con la unción del Espíritu Santo. Un día, ese Carpintero vio desde el cielo a un tal Saulo de Tarso, al parecer un "trozo de madera" muy difícil de trabajar. Pero dijo: "...instrumento escogido me es éste, para llevar mi nombre en presencia de los gentiles,

Una herencia en el Reino - Benjamin Nuñez

“El éxito de tu vida, sera cuando Jesús te mire con sus ojos de fuego, examine tu corazón, y te diga: ME AMASTE” “...el cual pagará a cada uno conforme a sus obras: vida eterna a los que, perseverando en bien hacer, buscan gloria y honra e inmortalidad” Romanos 2:6-7

Jesús, el Siervo Obediente de Dios - Nahum Rosario

"Para ir al cielo, tenemos que tomar el mismo camino que hizo Jesús, de humillación. Para recibir la salvación hay que humillarse. Jesús amo tanto al Padre que quiso satisfacer su corazón, y también amo a la humanidad caída."

La belleza de Dios - Benjamín Núñez

"¿Como esta tu corazón? ¿Como estas cultivando tu corazón, tu jardín, para que Jesús baje y hable contigo? Señor quiero tener un corazón mas tierno y no mas duro."

La restauración del primer mandamiento - Benjamín Núñez

"Soñe que Jesús me decía, que lo que mas le gustaba de mi, era cuando clamaba a El en mi mayor debilidad, cuando volvía a EL, en busca de su amor y perdón, luego de caer. Y yo pensaba que lo que mas le gustaba, era las grandes cosas que hice para tu obra..."  "No hay nada que puedas hacer, que me impacte mas a Dios, que amarlo de todo corazón"

Compartir un mensaje que transforme - Salvador Dellutri

"La iglesia esta para revelar a Cristo, para que todos lleguen al conocimiento del Hijo de Dios. No tiene que llegar solo un mensaje informativo, sino uno que transforme su vida, debe plantear desafíos. Debemos llegar a que la fe sea la base de las motivaciones de una persona."

Libres y listos para conquistar

El pueblo de Dios fue liberado de Egipto y Dios le prometió la tierra prometida. Fue libre, pero tuvo que conquistar y vencer todas las naciones de Canaan. Dios le iba a dar la victoria, pero ellos debían pelear las batallas. Ademas de desechar sus ídolos y aniquilar todo a su paso. Así es nuestra vida cristiana, un reflejo de Israel. Jesús murió por nuestros pecados, fuimos libres al aceptar su sacrificio, ese acto se llama Justificación. Somos justos ante Dios por medio de Su Hijo. Dios les pidió a Su pueblo que recuerden su salida de Egipto con la fiesta de Pascuas, así nosotros recordamos el triunfo de Jesús sobre el pecado al partir el pan y beber el vino. Para que no olvidemos de donde nos saco y que somos libres en Cristo. Pero ademas, Dios nos llama a una vida de victoria ante el enemigo. Conquistar la tierra prometida. Este es el camino y el proceso de Santidad. Derrotar con la mano fuerte de Dios y ayuda del Espíritu Santo todos los enemigos y sus ídolos. Estamos en el