Itiel Arroyo se centra en el pasaje de Lucas 14:16-33, donde Jesús establece el alto costo de seguirle, haciendo una clara distinción entre aquellos que solo le admiran (fans) y aquellos que están comprometidos con Su llamado (discípulos).
1. Las Excusas y la Oportunidad Perdida
En la parábola de la Gran Cena [
Lo que se Posee: "He comprado una hacienda y necesito ir a verla" [
].02:22 Lo que se Hace: "He comprado cinco yuntas de bueyes y voy a probarlos" [
].02:35 Lo que se Ama: "Acabo de casarme y por tanto no puedo ir" [
].02:42
La tragedia es que muchas veces lo que se posee, se hace o se ama, se convierte en una excusa que impide responder al llamado de Jesús [
2. El Alto Costo del Discipulado
Jesús no buscó complacer a las multitudes, sino que hizo un llamado radical para establecer el costo de ser un discípulo [
Amor Sin Competencia: La frase de "aborrecer" a la familia y la propia vida [
] significa que el amor por Jesús debe ser tan superior que, en comparación, el amor por cualquier otra persona se vea como "menosprecio" [07:24 ]. El amor por Jesús no debe tener competencia en el corazón [08:18 ].08:34 Asumir la Muerte: Tomar la cruz y seguir a Jesús [
] no era un símbolo religioso, sino una sentencia de muerte, una referencia al instrumento de tortura y vergüenza [08:55 ].09:47 Si seguir a Jesús no te está costando algún tipo de muerte social (al yo, a la comodidad, a la reputación), eres solo un admirador o un follower, no un discípulo [
].10:43
3. Calcular el Gasto y Entrar en Guerra
Jesús pide a quienes desean seguirle que calculen el costo y asuman que el discipulado implica un conflicto:
Calcular el Costo: Un discípulo, como quien edifica una torre, se sienta a calcular el gasto para asegurar que puede terminar la obra [
]. Seguir a Jesús "tiene coste" [11:21 ].11:43 Aceptar la Guerra: Un discípulo es como un rey que va a la guerra, sabiendo que el seguimiento de Jesús te meterá en un conflicto [
].12:37
La pregunta central es: ¿Seguir a Jesús te está costando algo o te ha metido en alguna guerra? Si la respuesta es no, eres un admirador, no un discípulo.
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