"El nuevo nacimiento es muchísimo más que derramar simplemente unas cuantas lágrimas debido a un remordimiento temporal por el pecado. Es mucho más que cambiar nuestra manera de vivir, abandonar malos hábitos y adquirirlos buenos. No es la mera afición y práctica de los ideales nobles.
Es algo mucho más hondo que dar un paso al frente, firmar una tarjeta de testimonio o aceptación, o unirse a la iglesia.
El nuevo nacimiento no consiste sencillamente en volver la página, sino en la implantación y recepción de nueva vida. No es mera forma, sino transformación completa. En resumen, el nuevo nacimiento es un milagro, resultado de la operación sobrenatural de Dios. Es radical, revolucionario, duradero.
He aquí, pues, lo primero que a su tiempo hace Dios en sus escogidos:
Toma a los que están espiritualmente muertos y los resucita a novedad de vida.
Toma a uno que había sido concebido en pecado y formado en iniquidad, y lo hace conforme a la imagen de su Hijo. Toma un cautivo del Diablo y hace de El un miembro de la casa de la fe. Recoge un mendigo y lo hace coheredero con Cristo. Se acerca a uno que está lleno de enemistad con El y le da un nuevo corazón que está lleno de amor por El. Se inclina hasta uno que es por naturaleza rebelde y actúa en El querer y el hacer por Su buena voluntad.
Por su poder irresistible transforma un pecador en un santo, un enemigo en un amigo, un esclavo del diablo en un hijo de Dios. No es extraño que nos sintamos movidos a decir:
Cuando mi alma naciente reconoce la grandeza de tu misericordia, absorto ante su vista, se deshace en darte todo amor, honor y gloria."
A. W. Pink, libro La Soberanía de Dios.
Es algo mucho más hondo que dar un paso al frente, firmar una tarjeta de testimonio o aceptación, o unirse a la iglesia.
El nuevo nacimiento no consiste sencillamente en volver la página, sino en la implantación y recepción de nueva vida. No es mera forma, sino transformación completa. En resumen, el nuevo nacimiento es un milagro, resultado de la operación sobrenatural de Dios. Es radical, revolucionario, duradero.
He aquí, pues, lo primero que a su tiempo hace Dios en sus escogidos:
Toma a los que están espiritualmente muertos y los resucita a novedad de vida.
Toma a uno que había sido concebido en pecado y formado en iniquidad, y lo hace conforme a la imagen de su Hijo. Toma un cautivo del Diablo y hace de El un miembro de la casa de la fe. Recoge un mendigo y lo hace coheredero con Cristo. Se acerca a uno que está lleno de enemistad con El y le da un nuevo corazón que está lleno de amor por El. Se inclina hasta uno que es por naturaleza rebelde y actúa en El querer y el hacer por Su buena voluntad.
Por su poder irresistible transforma un pecador en un santo, un enemigo en un amigo, un esclavo del diablo en un hijo de Dios. No es extraño que nos sintamos movidos a decir:
Cuando mi alma naciente reconoce la grandeza de tu misericordia, absorto ante su vista, se deshace en darte todo amor, honor y gloria."
A. W. Pink, libro La Soberanía de Dios.
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